2. ¿Qué parte (s) del sistema nervioso de su mascota está afectada?
Responder a esta pregunta es probablemente la parte más crucial de una consulta neurológica exitosa. Contrariamente a la creencia común, incluso las herramientas de diagnóstico más sofisticadas, como la resonancia magnética, solo pueden observar una pequeña porción del sistema nervioso a la vez. Saber exactamente dónde buscar no solo puede ahorrar mucho tiempo y gastos, sino que también puede ayudar a su veterinario a interpretar las pruebas por las que pasará su animal.
Mirar el lugar equivocado puede llevar a un diagnóstico erróneo al encontrar alguna anomalía o defecto que puede no ser relevante para la condición de su mascota (definida como un «hallazgo incidental»).
De manera similar, otras afecciones, como la epilepsia primaria (idiopática) o la mielopatía degenerativa (comúnmente conocida como CRM), pueden no aparecer en ninguna prueba de diagnóstico por su naturaleza y su veterinario solo podrá diagnosticarlas asegurándose de que se ha examinado la parte correcta del sistema nervioso y se han descartado otras causas.
Descripción general del sistema nervioso
El sistema nervioso se divide en el cerebro, la médula espinal y el sistema nervioso periférico. El cerebro se divide en dos partes principales:
- Cerebro anterior (o parte frontal del cerebro): interviene principalmente en la visión, el olfato, el comportamiento y, en cierto grado, el control de los movimientos
- Cerebro medio y trasero (o parte posterior del cerebro): controla el equilibrio, la iniciación y la coordinación de los movimientos, la respiración y la función cardíaca, así como parte del sistema nervioso periférico (nervios craneales) que interviene en el control de la deglución, el movimiento de la mandíbula, la lengua, los párpados y el globo ocular, las orejas y los labios.
La médula espinal está formada por cables que unen el cerebro con el sistema nervioso periférico y controla las extremidades y los órganos en el pecho y el abdomen. Está protegido y corre dentro de un canal óseo dentro de la columna vertebral. Este último está formado por una columna de vértebras articuladas por discos intervertebrales (ubicados justo debajo de la médula espinal) y un par de articulaciones ubicadas a cada lado y en la parte superior de las vértebras.
La médula espinal está prácticamente dividida en cuatro partes:
- Cervical craneal (en la parte superior del cuello)
- cervicotorácico (parte inferior del cuello en la unión entre el cuello y el pecho)
- Toraco-lumbar (también llamado «espalda»)
- Lumbo-sacro (o «espalda baja»).
El sistema nervioso periférico consiste en los nervios que salen de la parte posterior del cerebro para inervar los músculos y glándulas de la cabeza (nervios craneales), y los nervios periféricos que salen de la médula espinal para controlar, en particular, los músculos de las extremidades. La unión entre el nervio periférico y su efector (músculo o glándula) se llama unión neuromuscular.
Cada parte del sistema nervioso puede evaluarse probando los reflejos y respuestas del animal. Estos reflejos y respuestas prueban las vías y funciones específicas del sistema nervioso. Al combinar sus resultados, tu veterinario puede determinar si el problema de tu mascota está afectando el cerebro, la médula espinal o la parte periférica del sistema nervioso.
Las enfermedades que afectan a una parte específica del sistema nervioso se denominan colectivamente:
- Encefalopatías (enfermedades cerebrales)
- Mielopatías (enfermedades de la médula espinal)
- Neuropatías (enfermedades de los nervios periféricos)
- Junctionopatías (enfermedades de la unión entre los nervios periféricos y los músculos)
- Miopatías (enfermedades musculares).
Las neuropatías, las juncionopatías y las miopatías también se denominan enfermedades neuromusculares. Estos términos solo se refieren a la parte del sistema nervioso afectada, determinada por el examen neurológico, pero no excluyen la causa subyacente.