Si alguna vez ha visto a un mamífero en cautiverio, es probable que lo haya visto exhibir comportamientos en los que no participaría en la naturaleza. Comportamientos repetitivos, a menudo destructivos, como nadar en círculos, rechinar los dientes y mover la cabeza, son síntomas de los efectos del cautiverio en el cerebro del animal. ¿Cómo cambia el cerebro de un animal en cautiverio y por qué es perjudicial para ellos?
En Cautiverio
El cautiverio despoja a los animales de sus hábitats naturales, familias y actividades diarias. Los delfines, por ejemplo, se ven obligados a vivir en contención 200.000 veces más pequeños que sus hábitats naturales. Los elefantes, que por lo general caminan hasta 20 km en la naturaleza, no pueden hacer otra cosa que caminar en sus recintos. Investigadores, desde psicólogos hasta ecologistas, han observado un comportamiento extraño como resultado del cautiverio, y investigaciones recientes muestran que este comportamiento está relacionado con cambios en la estructura y función del cerebro.
Cambiar el cerebro
Se ha demostrado que vivir en un entorno estresante y poco estimulante cambia el cerebro de los animales de conejos a humanos. Este entorno se ha relacionado con el adelgazamiento de la corteza cerebral, la reducción del flujo sanguíneo en el cerebro debido al adelgazamiento de los capilares, la disminución de la longitud de las ramas dendríticas y las conexiones sinápticas menos eficientes, por nombrar solo algunos ejemplos. Una corteza cerebral más delgada, la parte del cerebro involucrada en el movimiento voluntario y una función cognitiva más alta, puede resultar en una mala toma de decisiones y una peor memoria. El cambio en las ramas dendríticas y sinapsis significa que los animales cautivos procesan la información de manera menos eficiente que los que viven en sus hábitats naturales.
El estrés crónico de vivir en cautiverio sin ningún control sobre su entorno conduce a la impotencia aprendida, una respuesta a un trauma que afecta el hipocampo, que maneja las funciones de la memoria, y la amígdala, que procesa las emociones. Como resultado, la memoria y las emociones de un animal cautivo son irregulares y se ha demostrado que algunos animales se vuelven emocionalmente impredecibles. El estrés prolongado también altera el equilibrio de serotonina y dopamina en el cerebro de un animal, lo que puede llevar a un comportamiento repetitivo y a menudo dañino.
Un Cambio En el Comportamiento
Estos cambios cerebrales no ocurren en un microcosmos. A medida que el cerebro de un animal cambia, también lo hacen sus comportamientos. El cambio principal es que los animales pierden algunos de sus comportamientos naturales, incluidos la búsqueda de alimentos, evitar depredadores y criar jóvenes, y los reemplazan con comportamientos estereotipados y destructivos provocados por el estrés crónico y el aburrimiento. Estos nuevos comportamientos a menudo son autodestructivos, como roer barras y correr de cabeza contra las paredes. También muestran una marcada diferencia entre un animal cautivo y sus parientes salvajes.
¿Por qué defender el Cautiverio?
Muchos zoológicos, acuarios y otros espacios que mantienen cautivos a los animales dicen que lo hacen con la intención de preservar especies. La realidad es que la mayoría de los zoológicos no contribuyen significativamente a la conservación y que el cautiverio daña a los animales más de lo que los ayuda. Asegúrese de evitar ver animales atrapados en cautiverio para no contribuir a estos cambios en el cerebro y el comportamiento. En su lugar, busque santuarios acreditados que permitan a los animales vagar libremente en sus hábitats naturales.