Las granjas de cachorros son fábricas de animales vivos que tienen de 20 a 1,000 perros madre en condiciones horrendas.
Los perros en estas instalaciones se mantienen en embarazo continuo, a veces desde la edad de solo 6 meses, hasta que se enferman o no pueden producir suficientes cachorros para ser rentables. Luego, a menudo son asesinados y reemplazados.
Estas granjas son legales en Australia, siempre y cuando los animales reciban suficiente comida, agua y refugio. Las regulaciones que existen son inconsistentes, insuficientes o se aplican de manera ineficaz. Como resultado, las madres y los cachorros a menudo se ven privados de socialización, no se les da ejercicio y se les niega el aseo o el baño regulares.
Condiciones horribles
Los perros están confinados en cobertizos oscuros y encarcelados en jaulas similares pero ligeramente más grandes que las que se usan para las gallinas en granjas de baterías. Se ven obligados a dormir en su propia orina y heces, y el hedor es casi insoportable. A lo largo de su encarcelamiento, nunca ven la luz del día y pueden volverse locos lentamente, paseando por sus recintos y exhibiendo tipos de comportamiento repetitivos.
Riesgos graves para la salud
Es posible que los perros de estas instalaciones nunca reciban la atención veterinaria que les ofrezca un pequeño alivio de su dolor y sufrimiento continuos. Su pelaje enmarañado y manchado de orina es un caldo de cultivo para la infección, y muchos contraen enfermedades crónicas que los matan o los incapacitan permanentemente.
La cría irresponsable también genera problemas genéticos. Para muchas razas, es importante asegurarse de que las afecciones comunes no se transmitan a la descendencia. No se realizan tales esfuerzos en estas granjas, por lo que muchos cachorros nacen con displasia de cadera, afecciones de la piel, mandíbulas sobrepasadas o soplos cardíacos. Si no se tratan, estas afecciones causan dolor intenso e incluso pueden resultar fatales.
Angustia para las madres y Trauma para los bebés
Cuando una madre perro da a luz, su camada se retira en unas pocas semanas, lo que le da poco tiempo para criar a sus bebés. Los cachorros que no están enjaulados para la cría son enviados a tiendas de mascotas, se limpian rápidamente y se venden por cientos de dólares a clientes desconocidos.
Estos animales pueden tener dificultades para formar lazos sociales y a menudo se alejan de los humanos o se comportan de manera errática. Como resultado, los refugios con frecuencia reciben perros no deseados que nacieron en granjas de cachorros.
Cómo ayudar
Las granjas de cachorros no solo dan a estos animales vulnerables un mal comienzo en la vida, sino que también contribuyen a la creciente crisis de animales sin hogar. Cada cachorro criado y vendido por estas instalaciones ocupa un lugar en una familia que podría haber adoptado un animal de un refugio. En Australia, más de 200,000 perros y gatos sanos son sacrificados cada año porque no hay suficientes hogares buenos para ellos.
Puede ayudar a detener esta crueldad. Si tienes espacio en tu hogar y en tu corazón para un compañero (o dos), por favor, adopta de un refugio. Nunca compre animales de una tienda de mascotas o criador, y siempre desex y microchip.