FORESTS NEWS

RÍO DE JANEIRO, Brasil (23 de julio de 2012) _ Mientras el mundo se enfrenta al aumento de las temperaturas, los científicos están tratando de encontrar formas de utilizar los bosques para influir en los patrones de lluvia en áreas que experimentan escasez de agua o sequía severa.

«Si bien los bosques han recibido mucha atención por su papel en el almacenamiento de carbono, ayudando así a mitigar el cambio climático, también podrían ayudarnos a adaptarnos a un clima cambiante y combatir la sequía al influir en los patrones de lluvia», dijo David Ellison del Instituto de Economía Mundial en un evento paralelo a Río+20 organizado por el Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR).

La investigación realizada por CIFOR ha demostrado que los bosques tropicales contribuyen a regular los caudales de los ríos tanto durante las estaciones secas como durante los eventos de precipitaciones elevadas, minimizando así los riesgos relacionados con la escasez de agua y las inundaciones.

La relación entre los bosques y el agua es compleja porque, a nivel local, los estudios de captación muestran que los árboles realmente eliminan el agua del sistema.

Los árboles en crecimiento toman agua del suelo y la liberan a la atmósfera. Las hojas de los árboles también actúan como interceptores, atrapando la lluvia que cae, que luego se evapora causando precipitaciones en otros lugares, un proceso conocido como evapotranspiración.

Al comprender mejor este proceso, es posible que, algún día, podamos plantar árboles estratégicamente que traerán lluvia a las regiones que más lo necesitan, dijo Ellison.

«A medida que el clima cambia, es probable que las sequías severas se vuelvan más comunes, y no debemos perder las oportunidades de influir en el ciclo hidrológico de una manera beneficiosa utilizando árboles», dijo.

Después de los océanos, los bosques son las fuentes de precipitación más eficientes, dijo Ellison, quien estudió las principales cuencas fluviales del mundo para identificar qué proporción de vapor de agua provenía de la evapotranspiración de las plantas terrestres en comparación con los mares.

«La evapotranspiración es un componente muy importante de la generación de lluvia: en promedio, alrededor del 50% en verano en todo el mundo y el 40% anual», dijo.

» Sabemos que los árboles en los bosques son los evapo-transpiradores más eficientes que existen. Si los comparamos con la cubierta de tierra agrícola, los árboles pueden evapotranspirar el doble que los cultivos agrícolas y aproximadamente el doble que las superficies de la masa de agua.»

» Por lo que la eliminación de bosques tendrá el mayor impacto en el transporte continental de vapor de agua.»

Por el contrario, al plantar bosques en lugares estratégicos, podemos aumentar las precipitaciones en áreas clave, dijo Ellison.

Pero se necesita más investigación.

«He pensado mucho en la idea de cuánto bosque se necesita para producir una nube de lluvia sobre la siguiente región, y no creo que haya respuestas simples a ese problema», dijo.

» Obviamente se necesita mucho bosque para poder tener algún tipo de impacto positivo en los patrones de lluvia, pero creo que es posible forestar grandes regiones y tener un impacto significativo en la precipitación en otros lugares.»

Ellison dice que un área donde esto podría funcionar es la región agrícola de Nagy Alföld (Gran Llanura Húngara) de Hungría, el país donde tiene su sede.

«A medida que el cambio climático continúa, las predicciones no son muy positivas para esta región, en términos de temperaturas mucho más altas y precipitaciones mucho más bajas en verano», dijo.

» Entonces, la pregunta es, ¿cómo sobrevivirá la agricultura en esa área?»

«Creo que se podría hacer mucho con la forestación, particularmente en la región suroeste de Hungría, porque esa es esencialmente la forma en que van las corrientes de viento», dijo, llevando así las nubes de lluvia donde más se necesitan.

La investigación de CIFOR también ha demostrado que los bosques desempeñan un papel en la forma en que las sociedades se adaptan al cambio climático, ya que los bosques proporcionan diversos servicios ecosistémicos que contribuyen al bienestar humano y reducen la vulnerabilidad social.

Pero el uso de los bosques como herramienta de adaptación al clima requiere coordinación regional, nacional e internacional, dijo Ellison, porque es probable que el aumento de las precipitaciones no se produzca en la región boscosa, sino en otros lugares.

«No puedes pensar en esto a nivel de cuencas individuales, tienes que pensar en relaciones regionales mucho más grandes. Hay que pensar cuidadosamente en cómo todas las diferentes áreas de una región están interconectadas en términos de transporte continental de vapor de agua.»

Bruno Locatelli, científico de CIFOR-CIRAD, dice que los responsables de las políticas deben prestar más atención a los bosques. «Necesitamos incluir a los bosques en las políticas de adaptación al cambio climático por dos razones», dijo.

» En primer lugar, porque son vulnerables a los cambios climáticos y, en segundo lugar, porque pueden desempeñar un papel clave en la reducción de la vulnerabilidad de las sociedades a las pérdidas causadas por el cambio climático.»

Según Ellison, plantar nuevos bosques, además de proteger a los que aún están en pie, puede ser una forma de ayudarnos a adaptarnos.

«En todas las regiones del sur de Europa esperamos ver temperaturas mucho más altas y niveles de lluvia mucho más bajos, y ese es un hallazgo común en muchas áreas de todo el mundo», dijo.

«En muchas zonas, la forestación parece que podría tener un impacto muy importante.»