Según un estudio reciente realizado por AT& T, la edad promedio de un joven que recibe su primer teléfono celular es de 12 años – y el 34 por ciento de esos teléfonos celulares son teléfonos inteligentes. La mayoría de los jóvenes en el estudio informaron que si tenían que seleccionar una pieza de tecnología para usar por el resto de sus vidas, elegirían sus teléfonos celulares en lugar de la computadora, la televisión o una tableta. La Kaiser Family Foundation informa que el teléfono celular se ha convertido en una plataforma de uso común para consumir medios como música, televisión y juegos: Su estudio encontró que los jóvenes de ocho a 18 años pasan casi una hora al día accediendo a los medios a través del teléfono. Dada la popularidad de los teléfonos celulares, muchos padres pueden preguntarse cuánto es demasiado cuando se trata de dispositivos móviles. ¿Cuáles son los riesgos y cómo puedo enseñarle a mi hijo a usar su teléfono de manera responsable?
La Extensión de la Universidad Estatal de Michigan dice que demasiado «tiempo frente a la pantalla», definido como cualquier tiempo que se pasa frente a una pantalla (i.e. televisión, computadora, dispositivo móvil, tableta o consola de videojuegos), puede tener un efecto negativo en cualquier persona, pero prepara a los niños en particular para una vida potencial de problemas. Los Institutos Nacionales de la Salud informan que los niños tienen un promedio de cinco a siete horas al día de tiempo frente a la pantalla. Pasar demasiado tiempo frente a la pantalla aumenta el riesgo de obesidad, puede causar trastornos del sueño y conduce a una mayor probabilidad de problemas de salud mental y emocional como ansiedad, depresión y trastornos de atención. Además, la presión de grupo de amigos puede llevar a los adolescentes a usar sus teléfonos celulares de maneras que sus padres podrían no aprobar, incluido el sexting, el acoso cibernético y la conexión con extraños.
Es importante establecer regulaciones sobre cómo su hijo usa su dispositivo móvil. El noventa por ciento de los jóvenes piensa que es razonable que sus padres establezcan límites en la forma en que usan sus teléfonos celulares; sin embargo, solo el 66 por ciento de los jóvenes dice que sus padres lo han hecho. Los padres pueden ayudar a sus hijos a aprender responsabilidad participando en una conversación abierta con ellos sobre lo que es apropiado no solo en términos de comportamiento, sino también en términos de la cantidad de tiempo que pasan. Cree un código de conducta y determine conjuntamente las reglas básicas. Es importante tomar en serio el código de conducta y determinar juntos cuáles son las consecuencias de no seguirlo. Consulte regularmente con su hijo para averiguar cómo la tecnología está afectando sus relaciones con sus compañeros y brindarle orientación sobre cómo navegar en un mundo complejo. Para obtener consejos sobre cómo mantener a sus adolescentes seguros en línea, visite Common Sense Media.
Los padres tienen la responsabilidad de enseñar a sus hijos a ser independientes y autorregular su uso de la tecnología. Pueden hacer esto estableciendo un ejemplo positivo ellos mismos y limitando el tiempo frente a la pantalla. La Clínica Mayo ofrece algunos consejos para limitar el tiempo frente a la pantalla:
- Sea consciente de mirar televisión. No use el televisor para hacer ruido de fondo o para quedarse dormido por la noche. Tener un televisor o una computadora en el dormitorio interrumpe el sueño. Tampoco coma frente a la televisión, ya que hacerlo puede causar bocadillos sin sentido.
- Encuentra actividades para hacer juntos en lugar de estar frente a una pantalla. Considera ser voluntario juntos, hacer ejercicio o jugar un juego de mesa.
- Convierta el consumo de medios en un evento en lugar de la norma: reserve un tiempo en familia para ver un programa de televisión favorito o ir al cine juntos. Considere ayudar a su hijo a crear un presupuesto semanal de cómo utilizará una asignación acordada de tiempo de pantalla (por ejemplo, 10 horas de ver televisión, cuatro horas de tiempo de computadora no relacionado con la escuela, etc.).).