Sin embargo, ¿qué efecto tiene el color en nuestra percepción de los alimentos y nuestros apetitos? Sigue leyendo para descubrir cómo los diferentes tonos influyen en nuestra relación con la comida.
Se ha observado que el color azul en las cocinas actúa como un supresor del apetito, tal vez el efecto calmante del color se deba a su asociación con los elementos naturales del cielo u océano. De hecho, algunos nutricionistas sugieren usar una bombilla azul dentro de su refrigerador para desalentar los refrigerios sin sentido.
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Amarillo / Naranja
Los estudios muestran que su cuerpo segrega más serotonina, la hormona para sentirse bien, cuando se expone al color amarillo. También tiene el beneficio de aumentar su apetito, así como su cociente de felicidad. Al igual que el amarillo, los tonos anaranjados provocan sentimientos de calidez y comodidad, ¡piense en pastel de calabaza!
Rojo
Se ha observado que los alimentos de color rojo son los más atractivos en general, por lo que no es de extrañar que el rojo en la cocina sea una opción popular. Este color, que está asociado con la energía y la vitalidad, aumenta la frecuencia cardíaca y el apetito.
Verde
El verde se asocia con la naturaleza y la salud. Los colores frondosos atraen el aire libre y tienden a agregar un sentido de valor nutricional a todo, independientemente de su verdadera naturaleza.