¿Cómo funciona un Desfibrilador?
En el primero de una serie de dos partes, analizamos qué es un Desfibrilador Externo Automático (DEA) y qué tan efectivo es. En la segunda parte, analizamos algunas de las preguntas más comunes que nos han hecho durante nuestros cursos de Primeros auxilios y descubrimos algunos mitos sobre lo que un DEA puede y no puede hacer.
¿Qué es el Desfibrilador Externo Automático (DEA)?
En términos simples, un DEA es un dispositivo eléctrico diseñado para electrocutar el corazón. Como su nombre indica, están diseñados para detener la fibrilación cardíaca, un ritmo irregular del corazón, que conduce a un paro cardíaco repentino y hace que la sangre oxigenada no llegue al cerebro ni a otros órganos vitales.
La descarga eléctrica se suministra a través de 2 almohadillas adhesivas, una colocada en el lado izquierdo del pecho y la otra en la parte superior derecha del pecho. Esta colocación permite que la «descarga eléctrica» pase de una almohadilla, a través del corazón, a la otra almohadilla. Para que la corriente eléctrica fluya de manera efectiva, las almohadillas deben colocarse juntas creando un camino a través del corazón y deben colocarse sobre la piel limpia y seca. La cantidad de electricidad que pasa a través del corazón es de alrededor de 300 amperios, el equivalente a hacer funcionar un globo de 100 vatios durante 3 segundos. Este voltaje relativamente bajo también significa que el riesgo de descarga eléctrica para un socorrista es mínimo.
La parte automatizada del desfibrilador se refiere al autoanálisis que hace la unidad, para determinar si se debe administrar un choque, una vez que se colocan las almohadillas y se enciende la unidad. Esto simplifica el proceso, permitiendo que cualquier persona, incluso aquellos sin capacitación en Primeros auxilios, use un DEA y potencialmente salve la vida de alguien.
¿Cuán eficaces son los desfibriladores para salvar vidas?
Cada año en Australia, más de 30,000 personas mueren de Paro Cardíaco Repentino (SCA, por sus siglas en inglés). En más del 90% de los casos, ocurren fuera del hospital. Dentro de los 3 minutos de que ocurra el SCA, el cerebro comienza a morir y cada minuto hay un retraso en la RCP y el uso de un DEA, las probabilidades de que la persona sobreviva disminuyen un 10%.
Fuente: Laerdal,»Cada minuto cuenta»
Un estudio de 2002, publicado en el New England Journal of Medicine, encontró que cuando se usó un desfibrilador dentro de los primeros 3 minutos de ocurrencia del SCA, las tasas de supervivencia aumentaron en más del 80%. Este estudio fue respaldado además por los hallazgos del Melbourne Cricket Ground, que mostraron que de las 28 personas que necesitaron un desfibrilador, más del 86% de ellos sobrevivieron. Esto se compara muy favorablemente con el promedio nacional de menos del 5% de personas que sobrevivieron sin usar un desfibrilador.
El resultado clave del hallazgo fue garantizar que los desfibriladores sean de fácil acceso, minimizando el»tiempo de colapso a choque». El objetivo es tener un desfibrilador conectado y listo para funcionar dentro de los 3 minutos de que ocurra un paro cardíaco repentino. Para más información sobre Desfibriladores o Formación en Primeros Auxilios, no dude en ponerse en contacto con nosotros.