Blog de gusanos y gérmenes

Es muy común que las perreras requieran que los perros se vacunen contra la «tos en la perrera» antes de que se les permita entrar. Hay dos razones principales para esto:

  1. Reducir el riesgo de que un perro traiga tos de perrera a la instalación y la propague a otros perros.
  2. Reducir la probabilidad de que un perro adquiera tos en la perrera si alguien más la trajo.

En general, es una política sólida, pero está lejos de ser 100% efectiva y debe ser parte de un programa general de control de infecciones de perreras para funcionar. Confiar únicamente en la vacunación para prevenir la tos en la perrera es un enfoque débil que en última instancia puede fallar, especialmente si otras prácticas de control de infecciones son deficientes o si los protocolos de vacunación son ilógicos.

¿Por qué no es 100% efectivo?

1) La tos de la perrera es un síndrome, no una enfermedad específica. Puede ser causada por muchos virus y bacterias diferentes, a menudo en combinación. Las vacunas para la tos en perreras suelen estar dirigidas contra la Bordetella bronchiseptica + / – parainfluenza canina, dos causas importantes de la tos en perreras, pero no las únicas.

2) Ninguna vacuna es 100% eficaz. Las vacunas ayudan a reducir el riesgo de enfermedad, pero no la eliminan por completo. Algunas vacunas son mejores que otras,y algunos animales responden mejor a las vacunas que otros.

3) El tiempo es otro problema. Uno de los puntos débiles de muchos protocolos de perrera es el requisito de que el perro sea vacunado «antes de la entrada», o dentro de un cierto número de semanas o meses. El problema con esto es que las vacunas no son efectivas de inmediato. Lo que sucede a menudo es que las personas deciden abordar a su animal en el último minuto o se dan cuenta la noche anterior de que necesitan vacunar a su perro, por lo que la vacuna se administra un día (o menos) antes de criarlo. La vacuna contra la tos intranasal de la perrera (rociada por la nariz) tarda unos pocos (3-5) días en ser efectiva, y la vacuna inyectable tarda incluso más (una semana o más). La vacunación muy pronto antes del embarque, en particular para un perro que nunca antes ha sido vacunado contra la tos de la perrera, es poco probable que resulte en protección contra la infección en el momento del embarque.

Requerir vacunación antes de embarcar tiene sentido, pero es importante recordar que:

  • No es 100% efectivo.
  • No niega la necesidad de un buen programa de control de infecciones.
  • Debe administrarse en el momento adecuado para que sea eficaz.

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