BOSTON (AP) — La mitología y la superstición han retratado a los pulpos como seres alienígenas o criaturas malignas que habitan en las aterradoras profundidades oscuras de los océanos.
No es de extrañar, considerando que son un poco inusuales.
El pulpo gigante del Pacífico tiene tres corazones, nueve cerebros y sangre azul, lo que hace que la realidad sea más extraña que la ficción.
Cosas que debe saber sobre el pulpo gigante del Pacífico, que se encuentra naturalmente en las aguas de la costa oeste de los Estados Unidos, las Islas Aleutianas y Japón:
NUEVE CEREBROS
UN cerebro central que controla el sistema nervioso. Además, hay un pequeño cerebro en cada uno de sus ocho brazos, un grupo de células nerviosas que, según los biólogos, controla el movimiento. Esto permite que los brazos trabajen independientemente unos de otros, pero juntos hacia el mismo objetivo.
TRES CORAZONES
Que tiene sentido, teniendo en cuenta que sus cuerpos son todos músculos, excepto por dos pequeñas placas que anclan sus cabezas, junto con un pico utilizado para agarrar y morder a la presa. Dos corazones bombean sangre a las branquias. Corazón más grande que hace circular la sangre al resto del cuerpo.
SANGRE AZUL
La sangre del pulpo gigante del Pacífico tiene una proteína rica en cobre llamada hemocianina que mejora su capacidad de transportar oxígeno en entornos oceánicos fríos.
CAMUFLAJE
Pueden cambiar su color y textura para camuflarse en un abrir y cerrar de ojos, gracias a un complejo sistema de sacos de pigmentos especializados llamados cromatóforos, nervios y músculos.
TINTA TÓXICA
Los pulpos tienen glándulas que producen una tinta tóxica que luego se almacena en sacos grandes. Cuando el animal está alarmado, lanza la tinta en un chorro potente en una dirección que impulsa simultáneamente al animal en la dirección opuesta, nublando efectivamente el agua para confundir una amenaza potencial mientras huye a un lugar seguro.
UN MONTÓN DE RETOÑOS
Los pulpos gigantes adultos del Pacífico tienen alrededor de 280 retoños en cada uno de sus ocho brazos. Los machos tienen menos ventosas porque la punta de su tercer brazo derecho funciona como un órgano reproductor.
EL ÚLTIMO SACRIFICIO
Las madres de pulpos gigantes del Pacífico sacrifican sus vidas después de poner sus huevos en guaridas de aguas profundas. Viven con sus huevos hasta siete meses sin comer, lo que garantiza que las corrientes de agua rica en oxígeno y nutrientes fluyan sobre ellos. Las madres suelen morir después del nacimiento de sus crías.