Como ex representante de ventas de publicidad convertido en Activista de Marketing independiente, soy dolorosamente consciente de que cuando las cosas se ponen difíciles para las empresas, una de las primeras cosas que estamos tentados a cortar es la publicidad. Es como una táctica de supervivencia que se activa y todo lo que queremos hacer es apuntalar nuestros recursos para poder llegar al otro lado. Lo entiendo, y estoy ahí contigo. Pero no podemos cometer el error de sabotear nuestro propio éxito a corto y largo plazo mientras tanto.
Aquí está la cosa: Más del 48 por ciento de los adultos estadounidenses creen que la falta de publicidad en una tienda minorista, banco o concesionario de automóviles durante tiempos económicos más lentos indica que el negocio debe estar luchando.
Del mismo modo, una gran mayoría percibe a las empresas que continúan anunciándose como competitivas o comprometidas con hacer negocios. Cuando anuncias, además de generar ventas inmediatas, aumentarás la confianza del consumidor en el futuro de tu negocio. La confianza de los consumidores aumenta la cuota de mercado. La cuota de mercado genera beneficios. Aquellos que continúan anunciándose en tiempos más difíciles o más lentos, en realidad ganarán un pedazo más grande del pastel cuando el negocio comience de nuevo en auge, dejando a sus competidores (que recortan sus esfuerzos publicitarios) limpiando las migajas en la parte inferior de la lata del pastel.
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